Filba Nacional Bariloche 2017
Mirar hacia el sur puede producir efectos muy distintos según la época y el contexto de partida. En la sexta edición del Filba Nacional nos reunimos en una de las ciudades más emblemáticas de la Patagonia para explorar qué significados atraviesan y se generan, hoy, en ese extremo del mundo.
Entre el 6 al 9 de abril, más de 30 escritores, poetas y artistas se reunieron en Bariloche para compartir su obra y reflexionar acerca de cuestiones que dan forma a la literatura contemporánea: cómo se define una identidad, cómo se “escucha” un texto, cómo se lee lo ajeno, cómo se comparte una experiencia.
La Biblioteca Sarmiento, con sus estanterías abarrotadas de libros y sus vistas sobre el lago Nahuel Huapi, fue la sede central del festival que fue inaugurado por la escritora argentina Sylvia Molloy abrió el festival con la conferencia Desplazamiento y desasociego: tránsitos de la escritura de viaje. El sábado, mientras aquel espacio se llenaba de chicos para las actividades del Filbita, un grupo de autores y participantes manejó más de media hora para llegar a Soria Moria, la casa que la Fundación Invap tiene en el medio del bosque, donde comienza el Circuito Chico donde un científico y un escritor leyeron un cruce epistolar en el que reflexionaron sobre los vínculos posibles entre la ciencia y la literatura. Tres autores invitados sirvieron de guías aficionados para un grupo de lectores que se internó con ellos por los senderos que llevan al lago Gutiérrez, donde conversaron sobre libros y lecturas y, por lo que dicen, también hubo cantos y leyendas. El viernes y el sábado, el programa se extendió hasta pasada la medianoche: poesía, textos de Graciela Cros, Vera Giaconi y Silvia Molloy sobre territorio y escritura además del panel Manual de Zoología en la que escritores y artistas pensaron su propia bestia: el dinasaurio más grandes de la historia, el cuchivilu, el Nahuelito . En la lectura Para hacer bien el amor hay que venir al sur autores comparten historias sobre sexo y juventud en la ciudad emblema del desenfreno y exceso adolescente.
El cierre del Festival fue con las bitácoras, en los que Vera Giaconi, Sebastián Fonseca, Julián López, Rosario Bléfari, compartieron su propio mapa de Bariloche escrito a instancias del Festival.
Pero además de este programa central, Filba trata de llegar a muchos otros lugares: visitamos la sala de ensayo Dengün Piuké y la escuela de artes La Llave; organizamos un encuentro para 150 docentes en el auditorio de UnTer (Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro); reunimos a gestores editoriales en el taller de Gestión y Publicación de Libros Digitales y en el encuentro Tensiones Regionales; llevamos una clase magistral a la Carrera de Letras de la Universidad Nacional de Río Negro; invitamos al Fondo Nacional de las Artes a que informe sobre su programa de becas y subsidios; donamos cerca de 300 libros a Dengün Pikué y a la biblioteca del Barrio 270 Viviendas.
La intención de estos festivales es compartir con el público más diverso posible lo mejor de la literatura argentina y, al mismo tiempo, establecer puentes entre la cultura local y la de otros puntos del país. Queremos crear cruces enriquecedores entre lectores y escritores, entre autores y artistas, entre colegas que buscan darle un lugar prioritario a los libros. Agradecemos muchísimo a todas las personas e instituciones que lo hicieron posible.
Invitados
Guillermo Abramson, Cristian Aliaga,Melissa Bendersky, Pablo Bernasconi, Carolina Biscayart, Rosario Bléfari, Esteban Castromán, Graciela Cros, Esther Cross, Emilio Di Tata Roitberg, Diego Erlan, Sebastián Fonseca, Silvina Friera, Vera Giaconi, Iosi Havilio, Horacio Herman, Josefina Licitra, Julián López, Pedro Mairal, Anahí Rayen Mariluán, Sylvia Molloy, Adrián Moyano, Agustina Paz Frontera, Luisa Peluffo, Claudia Piñeiro, Santiago Rey, Guillermo Virués, Martín Zubieta
La Biblioteca Sarmiento, con sus estanterías abarrotadas de libros y sus vistas sobre el lago Nahuel Huapi, fue la sede central del festival que fue inaugurado por la escritora argentina Sylvia Molloy abrió el festival con la conferencia Desplazamiento y desasociego: tránsitos de la escritura de viaje. El sábado, mientras aquel espacio se llenaba de chicos para las actividades del Filbita, un grupo de autores y participantes manejó más de media hora para llegar a Soria Moria, la casa que la Fundación Invap tiene en el medio del bosque, donde comienza el Circuito Chico donde un científico y un escritor leyeron un cruce epistolar en el que reflexionaron sobre los vínculos posibles entre la ciencia y la literatura. Tres autores invitados sirvieron de guías aficionados para un grupo de lectores que se internó con ellos por los senderos que llevan al lago Gutiérrez, donde conversaron sobre libros y lecturas y, por lo que dicen, también hubo cantos y leyendas. El viernes y el sábado, el programa se extendió hasta pasada la medianoche: poesía, textos de Graciela Cros, Vera Giaconi y Silvia Molloy sobre territorio y escritura además del panel Manual de Zoología en la que escritores y artistas pensaron su propia bestia: el dinasaurio más grandes de la historia, el cuchivilu, el Nahuelito . En la lectura Para hacer bien el amor hay que venir al sur autores comparten historias sobre sexo y juventud en la ciudad emblema del desenfreno y exceso adolescente.
El cierre del Festival fue con las bitácoras, en los que Vera Giaconi, Sebastián Fonseca, Julián López, Rosario Bléfari, compartieron su propio mapa de Bariloche escrito a instancias del Festival.
Pero además de este programa central, Filba trata de llegar a muchos otros lugares: visitamos la sala de ensayo Dengün Piuké y la escuela de artes La Llave; organizamos un encuentro para 150 docentes en el auditorio de UnTer (Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro); reunimos a gestores editoriales en el taller de Gestión y Publicación de Libros Digitales y en el encuentro Tensiones Regionales; llevamos una clase magistral a la Carrera de Letras de la Universidad Nacional de Río Negro; invitamos al Fondo Nacional de las Artes a que informe sobre su programa de becas y subsidios; donamos cerca de 300 libros a Dengün Pikué y a la biblioteca del Barrio 270 Viviendas.
La intención de estos festivales es compartir con el público más diverso posible lo mejor de la literatura argentina y, al mismo tiempo, establecer puentes entre la cultura local y la de otros puntos del país. Queremos crear cruces enriquecedores entre lectores y escritores, entre autores y artistas, entre colegas que buscan darle un lugar prioritario a los libros. Agradecemos muchísimo a todas las personas e instituciones que lo hicieron posible.
Invitados
Guillermo Abramson, Cristian Aliaga,Melissa Bendersky, Pablo Bernasconi, Carolina Biscayart, Rosario Bléfari, Esteban Castromán, Graciela Cros, Esther Cross, Emilio Di Tata Roitberg, Diego Erlan, Sebastián Fonseca, Silvina Friera, Vera Giaconi, Iosi Havilio, Horacio Herman, Josefina Licitra, Julián López, Pedro Mairal, Anahí Rayen Mariluán, Sylvia Molloy, Adrián Moyano, Agustina Paz Frontera, Luisa Peluffo, Claudia Piñeiro, Santiago Rey, Guillermo Virués, Martín Zubieta
Repercusiones en los medios