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Jazmina Barrera vendrá al #Filba2022

El Festival internacional de literatura #Filba2022 será del 28 de septiembre al 2 de octubre en formato híbrido (presencial y virtual).
Ya anunciamos las visitas al festival de Julia ArmfieldMcKenzie Wark, y Tim Maughan; y las participaciones virtuales de Jane Lazarre y Andrea Wulf.
Ahora te contamos que Jazmina Barrera es otra de las invitadas internacionales confirmadas. Te dejamos un mapa de la autora para que la conozcas más en detalle:



Jazmina Barrera (1988) vive en México. Tiene un estilo muy particular, que atraviesa el ensayo, la novela y el trabajo de investigación. Escribió Cuaderno de faros, Linea nigra, Los nombres de los animales y Cuerpo extraño, que ganó el premio Latin American Voices 2013. Fundó Ediciones Antílope, una editorial mexicana junto a Marina Azahua, Astrid López Méndez, Isabel Zapata y César Tejeda. En sus palabras, una editorial que hace libros que le gustaría leer. Una curiosidad: su madre es pintora, su padre es museógrafo, así que la ciencia y el arte siempre han estado muy presentes en su vida.

Su último libro publicado en Argentina es el conmovedor Punto de cruz (Almadía). En esta entrevista la autora habla sobre la recepción del libro.

Punto de cruz narra la historia de amistad entre Mila, Dalia y Citlali, mejores amigas en la escuela y bordadoras apasionadas cuyas vidas, a pesar de los desencuentros, quedan entretejidas para siempre. La amistad entre mujeres es un tema que no se ha tratado lo suficiente en literatura, y las reflexiones que Mila, la narradora, hace de ese vínculo son sorpresivamente cercanas. La novela abarca muchos años de la vida del grupo, pero se concentra en la época de la adolescencia y la juventud, época en que se pasan muchas horas del día con las amigas y la identidad propia está marcada por la pertenencia al grupo. La historia nos enfrenta a la amistad entre mujeres en toda su complejidad.

Esta es una novela de la amistad, de viajes, de las artes visuales, del despertar sexual, de ubicarse como mujer en un mundo machista, de gustos musicales, de la vocación. Pero también es una novela de duelo. Esto no es un spoiler: el libro comienza con la inesperada muerte de una de las amigas y el intento de entender qué pasó a través de los retazos de la memoria.

El bordado ha permitido a las mujeres expresarse, acompañarse, abordar su creatividad, tejer complicidades, y es lo que le permite a nuestra narradora precisamente contar su historia. Punto de cruz es el primer punto de bordado que aprende la protagonista del libro, pero también alude a cómo se entrelazan las vidas de las tres amigas que son el eje del libro. 

Jazmina se obsesiona con un tema y lo lleva al límite. Ya sea la historia de los faros, la maternidad o el bordado, lo que empieza como una colección de historias y curiosidades adquiere pronto una profundidad y delicadeza asombrosas.

Universo Jazmina Barrera: Amélie Nothomb, Elena Ferrante, Lena Dunham.

Jazmina recomienda: Pequeñas labores, de Rivka Galchen. También Virginia Woolf, Natalia Ginzburg, Rosario Castellanos y Josefina Vicens.

Algunos subrayados de Punto de cruz:

“El dato más antiguo que se tiene de una costura quirúrgica es en una momia egipcia. La idea de coser la piel debió ocurrir por intuición, un descubrimiento simultáneo, porque la semejanza entre la piel y la tela es evidente.”

 “A mí me daban risa, semejantes tijeras para un bordado tan pequeño y delicado. Me dieron ganas de quedarme un rato más ahí, viéndola mientras bordaba. De eso dan ganas a veces, de ver cómo es la gente que uno ama cuando está a solas.”

“Al ser relegado a la categoría de ‘manualidad’ o ‘artesanía’, el bordado se salvó de la ridícula idea de originalidad que rige el canon masculino del arte occidental. Pasa lo mismo en mucha literatura escrita por mujeres, tomamos prestadas palabras de otras mujeres para que nos ayuden a expresarnos o por el puro gusto de compartirlas, repetirlas y saborearlas. Lo hacemos sin miedo, sin vergüenza, gozándolo.”

En entrevistas ha dicho:

“Un poco siento que si documentase todo lo que quisiera, me perdería de vivirlo. También pasa eso con los viajes, con la vida en general. Hay un libro precioso de Sarah Manguso que se llama Ongoingness que es justamente sobre eso, sobre la escritura de diarios y la obsesión de documentarlo todo. Siempre siento que es un dilema, y esta sensación de querer literaturalizar las cosas cuando están sucediendo, no poder vivirlas de verdad es algo que me genera mucha angustia.” (Eterna Cadencia)

“Mi curiosidad es más o menos infinita, pero hay cosas que se vuelven recurrentes, ideas que no me dejan, y esas son las que escribo.” (Eterna Cadencia)

“Hay un discurso que hemos comprado que viene desde lo académico, desde un punto de vista muy masculino, pero del que también se ha apropiado cierto feminismo liberal. Según el mismo, las tareas de crianza, las labores de cuidados y el trabajo doméstico son incompatibles con la creatividad y con las labores intelectuales. Yo, por el contrario, encuentro que mi vida intelectual y creativa se ha despertado impresionantemente desde que tengo un hijo. Y es que criar un hijo implica una inteligencia y una creatividad brutales, porque estás todo el tiempo teniendo que inventar, desde historias hasta maneras de ponerles los zapatos. Creo que tenemos que revalorizar eso también.” (El País)

Seguí a Jazmina en Twitter:


Un dato sobre el bordado: Luego de aprender que los corales están en peligro de extinción, Daiana Teimina, matemática de Cornell, reprodujo la compleja geometría de los corales usando crochet. A partir de este modelo más de 8 mil personas se unieron a la lucha por los arrecifes tejiendo corales. Este es uno de los tantos proyectos de activismo que involucra el tejido y el bordado como método de resistencia.