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Superticiones

Cruce epistolar

Superticiones

Por Leticia Obeid- Cuqui

Durante las semanas previas al festival dos escritoras intercambian correos a la distnacia para acrecarse a un tema que las atraviesa de uno u otro modo: las superticiones. ¿En qué creemos cuando elegimos creer en lo que no vemos? 

Leticia a Cuqui: 
Estuve pensando mucho en la superstición porque hace poco me robaron dos veces seguidas y la frase que más oí fue: estás en una mala racha. 

Una amiga que sabe mucho de astrología me dijo que seguramente estaba en un periodo de fragilidad y que eso se percibe energéticamente. Otra me dijo que un pequeño trauma deja una especie de abolladura en el aura y, si no se arregla a tiempo, vuelve a acontecer algo parecido. Lo que no me dijo es cómo sería una reparación bien realizada.

Soy bastante supersticiosa pero trato de reprimirme para no volverme fatalista.

Hoy a la noche me voy de viaje y en estas ocasiones suelo estar muy atenta a los comienzos, a los pequeños signos. De cualquier manera, si la cosa empieza mal, trato de desconectar la secuencia para no pensar que todo está relacionado. Muchas veces he comenzado mal un viaje que luego resultó hermoso. Otras veces todo empieza bien: el taxi, la llegada al aeropuerto o a la terminal, las personas que me cruzo me tratan con mucha amabilidad, el tránsito en sí es agradable, y luego el viaje es una pesadilla. Me ha pasado también. 

Los pronósticos astrales para esta semana son muy buenos, sin embargo. Todos me dicen lo que quiero escuchar: que es un gran momento para cambiar de paisaje, probar cosas nuevas, y dejar de hacer todo lo que estoy haciendo. 
Te cuento en estos días.
¿Vos sabés cómo remendar el aura?

Cuqui a Leticia 
Hola Leticia!

Yo no sé mucho de astrología, diría que casi nada. Creo que uno de los grandes impedimentos que tengo para adentrarme en el tema es el signo Ofiuco y qué pasa con los distintos signos (por ejemplo, si se lo tiene en cuenta, los signos empiezan y terminan en fechas que no son las que conocemos y escorpio dura sólo una semana). ¿Y qué pasa con los planetas nuevos que se van descubriendo de nuestra galaxia más los que no se conocen todavía? Porque todo nos influye, como nosotros también a ellos.

Con respecto a lo del aura, tampoco manejo el tema. Yo no veo el aura, aunque sí la mía pero cuando me estoy cerrando los Registros Akáshicos, ¡con los ojos cerrados! Me he visto una sombra negra del lado izquierdo, de la cabeza al hombro. Te paso unas imágenes de distintos auras de un libro que se llama "Manos que curan". Es gracioso que tu amiga no te haya dicho cómo reparar el aura... tal vez no se dio cuenta de decírtelo, pero también puede haber sido a propósito: eso es lo que fomenta las supersticiones.

Yo soy supersticiosa, pero trato de encontrar el fundamento (por ejemplo, el de pasar debajo de una escalera: si uno tiene en cuenta que en general las escaleras en medio del paso se puede deber a una reparación que esté haciendo alguien o que esté pintando... entonces es preventivo no pasar debajo para que no se te caiga el tacho de pintura encima). Las supersticiones pueden deberse también a un TOC, porque uno de los fundamentos psicológicos del  Trastorno obsesivo compulsivo es la creencia de que si yo no hago tal cosa tantas veces, algo malo va a suceder. Y también tiene que ver con la edad media y el control: ¿por qué tu amiga no te dijo todo? Para generar misterio y por poder (capaz que no, que fue de colgada). Por eso a mí me gustan mucho Alejandro Jodorowsky, Enric Corbera y Stephen Hawking: ellos te explican lo mejor que pueden todo lo que saben. 

Con respecto a lo de los robos, preferiría verlo como señales, o sea, que esos robos te están hablando. No sé si querés hablar sobre eso, pero hay varias preguntas para responder: ¿qué te robaron exactamente? ¿cómo fueron esos dos robos? si eran de celulares, ¿con quién no querías hablar o que no te encontrara? Etc. Si querés podemos saber qué te pasó y entender por qué y para qué, o sea, las enseñanzas. En ese caso, contame un poco más sobre los dos robos.

Nosotros vivimos en varios planos muy concretos a la vez, así que también tomo la interpretación de tu amiga. A eso le podés agregar el transgeneracional y una vida pasada tuya. 

cuqui
Leticia a Cuqui
Cuqui,

te quiero confesar una cosa: el arte a veces me aburre. Me aburre más ahora que cuando era joven, no sé por qué. Pero cuando me permite viajar, me siento muy suertuda, y el colmo de la buena suerte es cuando me invitan a un lugar que deseaba conocer, como ahora que estuve aunque sea unos poquitos días en Venezuela.

Mi abuela no era supersticiosa porque había canalizado su pensamiento mágico totalmente en la religión – a diferencia de mi abuelo que lo había volcado a su pasión juvenil, luego reprimida, por la timba. Y ella siempre decía: “Cuando Dios quiere premiar a sus elegidos, los lleva a viajar por el ancho mundo.” Cosa que a todas luces no es cierta porque ella entonces debería haber viajado por el planeta tierra entero y la luna también. Si Dios no la había elegido a ella que era tan bondadosa, entonces es tonto. Como sea, ella seguía nuestros viajes desde un atlas enorme que tenía en el escritorio, y yo acostumbraba a mandarle cartas y postales y, más tarde, mi papá le imprimía mis mails con notas de viaje. Ella lo disfrutaba mucho.

Me dieron ganas de mandarte algunas notas de este periplo Buenos Aires-Caracas.

Hubo tres pares de cosas simétricas que me llamaron la atención, pequeños detalles de la suerte. El primero es que en el embarque, por un error insólito, le dieron a mi compañera de viaje, una rosarina invitada al mismo seminario que yo, una tarjeta con mi nombre, así que tuvo que rehacer el trámite de check in a último momento. Sea por esto o no, su asiento final fue en clase ejecutiva, en una de esas poltronas maravillosas que todos los que vamos en clase turista querríamos ocupar, sobre todo a la hora en que las rodillas empiezan a doler y el aire se pone vicioso. El segundo es que me atendió la misma mujer en migraciones a la llegada que a la ida, y ella se acordó. Me pareció una casualidad muy infrecuente. La tercera es que hoy, al volver a casa pasé a buscar a Niní, mi perrita, por la casa de su cuidadora y esta vez me pareció increíble que su dirección sea en la calle Caracas.

En fin, lo importante de este viaje es que vi cosas maravillosas que me fueron parchando el aura, y también ayudó el clima de la ciudad, rodeada de cerros pero siempre bien ventilada por una brisa que corre desde el mar por todo el valle. Hacía mucho que no sentía tal alegría física, si bien estuvimos siempre rodeados de guardias, trasladados en camionetas blindadas, y cubiertos por una especie de membrana superprotectora que no nos dejó conocer todo lo que hubiéramos querido.

Pero las imágenes entran por donde pueden y el domingo a la mañana, con las tareas ya cumplidas, fuimos a conocer un complejo de centros culturales oficiales, en el centro de la ciudad, todos hechos de cemento y bordes duros, como un gran robocop articulado–me recordó al edificio de la Biblioteca Nacional, para que te des una idea-, y ahí vi unas escenas que me conmovieron: gente de todas las edades tomando clases de baile al aire libre, pintando en caballetes, tocando instrumentos, esperando para entrar al teatro, gratis. Gente paseando con sus perros bajo unos árboles de flores extrañas y enormes, tomando helado, charlando. En medio de esa geometría tan perfecta, los cuerpos han ocupado el lugar que quieren, y las obras de arte y los animales disecados del museo de ciencias naturales se ven al alcance de la mano. Las ventanas están abiertas, no hay aire acondicionado, todo el mundo se pasea a su gusto como si fuera la casa propia y los objetos preciosos están tan al alcance de la mano como nunca vi en ningún museo, sensación que quizás tenga que ver con que no hay guardias que te reten, ni líneas amarillas en el piso, y todo se presenta de una manera poco pretenciosa. Este viaje me hizo pensar mucho en la buena o mala suerte de los países y en si algo de sus destinos estará ya marcado en la carta natal, como una vez me dijo una astróloga. Carta natal o astral, suena a carta de navegación, pero también a dibujo. O sea: ¿cómo es el dibujo que hace la historia de algo o de alguien? Hay gente que tiene buena suerte casi sin interrupción, otros que poca, luego algunos repuntan hacia el final feliz. Qué curioso es, ¿no?

En el vuelo perdí dos cositas pequeñas pero queridas: un aro que era como una piedra de caucho verde, ahora el par quedó desarmado; y unas de esas antiparras para dormir, de una tela azul sedosa, con astros dibujados en líneas doradas finitas. Creo que los dioses del viaje siempre se cobran un peaje, a veces grande, a veces nimio, pero siempre algo se va de nuestro lado.

¿Habría que tener rituales para convocar la suerte durante los viajes?

besos,

Cuqui a Leticia 
Hola leticia!

 

Antes que me olvide, te quiero pasar un acto de psicomagia que sale en el libro "Ojo de oro", de Alejandro Jodorowsky.

"La mala suerte me persigue. ¿Qué hago para liberarme de ella?

-Toma unas tijeras de sastre y date cortes por todo el cuerpo, a milímetros de tu piel, gritando con autoridad: ¡Fuera, fuera, fuera!"

¿A qué te referís con que el arte te aburre? ¿hacer arte, ver arte, hablar de arte? A mí me pasa lo opuesto, me gusta demasiado y es muy pero muy importante para mí. Lo que sí ha cambiado con el correr de los años (en eso me causa gracia que te refieras a vos misma “cuando era joven”, en vez de decir “cuando era más chica”, etc… es el dilema al cumplir 40 años, aunque no sé cuántos años tenés) es que me interesan los artistas que dedican su vida a eso… bueno, siempre fue así, pero ahora me sorprende que me gusten “las sirvientas” (me gusta la palabra “maid” porque es parecida a sirena, “mermaid”): Séraphine Louis, Maudie Lewis (hasta tienen apellidos parecidos!) y Vivien Maier (aunque era niñera). Obvio que Picasso tbn se dedicaba a full al arte y por eso mismo me gusta, pero me interesan esas mujeres sencillas, me siento identificada con ellas en su modo de vivir el arte a diario.

Yo me quedé pensando acerca de tu viaje y me pareció interesante la percepción distinta que seguro tuvimos del tiempo durante esos días.

¿Tu abuela era cristiana? pregunto por tu apellido… igual, no sé si te referías a la materna o paterna. Fíjate que según la creencia de ella, sos una elegida: “Cuando Dios quiere premiar a sus elegidos, los lleva a viajar por el ancho mundo.” Mi abuelo materno era ateo y mi abuela materna medio que no le interesaba mucho el tema… seguramente creyó en algún momento que quemaban las papas. Mi abuela paterna, ni idea y mi abuelo paterno era místico y le gusta el yoga, la meditación y el modo frugal en la alimentación (su frase era “hay que sentarse con hambre y levantarse con hambre”).

¡Qué bueno que disfrutes viajar! ¿Cuándo no es por trabajo también te gusta? a mí me sorprende mucho la gente a la q le encanta viajar… yo soy más sedentaria, es más, me gustan los lugares pequeños y escondidos para vivir. Por ejemplo, me fascinan las casitas que están al fondo de las casas grandes, detrás de los patios, ¡yo viviría ahí encantada! no me gustaría PARA NADA vivir en una mansión con empleados… las casas grandes me dan muy a pelis de terror, así q ni locaaaaaaaaaaaaa. y me gusta estar sola, así q nada de empleados.

Todas esas cosas que contás de tu viaje, Jung las llama “sincronicidades” y no son de casualidad. En algunos casos, cosas como esas también son señales, te dicen algo, ya sea para tomar una decisión, etc. yo adoro cuando voy viendo señales. Y con respecto a lo de tu perrita… bueno, vos estabas en caracas y ella tbn! eso significó que para tú inconsciente “no la abandonaste”, estaban juntas, porque el inconsciente no distingue lo virtual de lo real. 

Me llama la atención tu cosa con el “aire fresco”, lo nombrás 2 veces. Acordate que el aire tiene que ver con el padre o lo masculino. parece ser q necesitabas una ventilada por ese lado. jajajaja (bueno, volar en avión es re aire!!!!!!!!!).

Y eso q decís de ciudades militarizadas… me han mostrado fotos de París, divino, pero unos señores con unas armas de unos tamaños!!!!!!!!!!! incluso hoy pensaba en el mundial en Rusia… yo no iría, seguro q va a haber un atentado en un estadio. Creo q ver a esas personas tan bien conviviendo con el arte en ese museo que me contás, es parecido a lo que yo siento con “las sirvientas”… ¡además esa palabra es tan de telenovela, tan Dani Umpi!!!!!!!!!! me encanta. y a mí tampoco me gusta ver guardias en los museos, no por mí si no por ellos… eso de estar solos en las salas, por ahí horas y horas con obras muy duras… ellos sí que podrían escribir reseñas sobre las muestras, les conocen hasta la última hilacha de sensación!

 no veas a esas cosas q pediste en el vuelo como “peajes”… si no te programas p q siempre q haya algo Bueno no sea gratis… creo q es mejor pensar en lo contenta q se habrá puesto la persona que los encontró! yo desde chica, creo q desde los 12 años, colecciono cositas q me voy encontrando (en la calidad de materiales y objetos puedo ver el derrumbe económico del país a lo largo de los años), mi idea es hacer una especie de amuleto de la buena suerte. Lo q yo hago antes de viajar, aunq ahora q lo pienso, lo hago tdos los dias, es pasarme un aceitito por distintos puntos del cuerpo (muñecas, cuello, pecho, cervicales, casi sacro y tobillos) para q no se me rompan, p q sigan siendo parte mía. bueno, esa es una superstición!!!!!!!!!!!!

Hoy pasé debajo de una escalera. primero me fijé que no hubiera nadie arriba ni q hubiera nada q se pudiera caer, y pasé. obviamente me acordé de vos.

Gracias x contarme tu viaje! no me gusta viajar pero me encanta la gente q viaja p q me cuente sobre otros lados!!!!!!!
Leticia a Cuqui
Cuqui,

Qué hermosa tu carta. A partir de cierto largo, un mail ya es una carta. 

Hoy a la mañana pasé al lado de una escalera y también me acordé de vos! Esta estaba en uso, y era de aluminio, se la veía un poco demasiado liviana.
Mi abuela era católica, hija de una española que parecía de la Inquisición. Pero ella, mi abuela, tenía una fe que siempre me pareció envidiable porque le daba fuerza pero no la volvía dura con los demás, ni bajaba línea, ni juzgaba. Al contrario, era dulce y compasiva con todos. Mi abuelo, hijo de libaneses, era católico por defecto. Sus padres habían sido cristianos ortodoxos y, cuando cumplieron 50 años de casados con mi abuela, fueron a pedir una misa y se dieron cuenta por los registros de la parroquia del pueblo, que él no había hecho la comunión, así que tuvo que tomarla a los 80 y pico de años! El se reía, lo tenía sin cuidado el tema.
El arte me aburre porque se me ha vuelto un trabajo, supongo. El arte y sus actividades, el mundo alrededor del arte, el que está pegado a él, eso es lo que me aburre. Me parece monótono e igual en todos lados, como si fuera un ejército mundial. Cuando pude ver esas imágenes en el museo de Caracas, tan cerca como si fueran reproducciones de un libro, sentí una cierta adrenalina que me gustó. También pienso en los guardias de sala, los pienso sobre todo cuando hago cosas en video que después quizás alguien va a tener que escuchar en forma repetida, una tortura. En el mausoleo de Simón Bolívar, que es muy imponente, hay cuatro soldados con todos sus oropeles, parados, inmóviles junto al cajón, y se van recambiando cada dos horas, creo. Cuando llegamos, vi que uno se estaba quedando dormido de parado.
Quizás el arte también me aburre porque lo comparo con la literatura, que para mi sigue siendo una actividad solitaria, sin mucho mundo alrededor, sin rutina y siempre a ciegas. Esta es la primera vez que me invitan a un festival, por ejemplo, y muy pocas veces he leído en público, así que esas actividades, ligadas al escribir, aún no me han cansado. Espero que leer no me aburra nunca, aunque es cierto que, "cuando era chica", como decís vos, leía más y me gustaba TODO. 

También me gusta menos viajar ahora que antes. Me cansa mucho el cuerpo y la mente, y me cuesta recuperarme. Cuando es por trabajo me gusta porque me da una cierta entrada a la experiencia de vivir en el lugar, más que si estoy suelta o como turista. Viajar a conocer o a descansar es más incierto, porque siento que ahí me cubre una membrana de melancolía, quedo boyando en el lugar nuevo, me siento despegada de los demás de una manera que no siempre me agrada.
Me gustaría tener una casa rodante, me gustan las minicasas, a veces alguien postea una en Fb y me quedó un rato largo mirando esas miniaturas y después sigo buscándolas en Google. ¿Las viste? De paso, si hubiera una construcción, simplemente me correría de lugar, con el hogar completo. Tampoco me gustan las casas grandes y menos me gustaría tener empleados. Me parece que un hogar debe tener el tamaño adecuado para que cada uno lo pueda cuidar sin demasiado esfuerzo.

El año pasado buscaba casa para mudarme, ya me había ido de la anterior por una obra en construcción. Este año, apenas firmé para entrar al departamento donde vivo ahora, me enteré de que me van a construir otro edificio al lado. Ayer empezaron la demolición. Se ve que a donde vaya, hay demolición y construcción.
Lo del viento me lo quedo pensando.

Y gracias por los consejos, los voy a probar.
muchos besos,
L.
PD: Cuqui, me olvidé de contarte.

Del bolsillito externo de la valija que despaché en el aeropuerto de Caracas, me faltó un peine amarillo grandote. Raro, ¿no?
Cuqui a Leticia 
Hola Leticia!

 

Se ve que nos topamos con la misma escalera! Era igual a la q vi yo. ¿el mismo día? sí, increíble. esa es una sincronicidad y tbn una señal: está perfecto lo q estamos haciendo.

 

Tu abuela es de las creyentes ideales: vive de acuerdo a sus creencias pero no se las exige a los demás. Una de las cosas más densas de Facebook es la de los deditos señalando lo que habría q pensar, lo q habría q ser y hacer. Es muy ridículo que uno considere que sus creencias son las verdaderas. Hablando de inquisición, eso, en fb salta el lado inquisitivo de la mayoría. así q tu abuela me cae bien, me parece sabia. con respecto a lo de tu abuelo, es muy tierno q a los 80 y algo haya tenido q tomar la comunión, algo tan “infantil” (no porque sea infantil, sino porque es muy de edad de niños), sin embargo la debe haber hecho de chico, sino no se hubiera podido casar. no tengo muy frescos los datos, pero creo q no podés pasar a ciertos sacramentos si no tenés tal y tal anteriores. ¿sabés q parece? como q si quería renovar los votos matrimoniales de 50 años de casado o hacer una misa, él tenía q unirse a sí mismo de pequeño, o sea, reconectarse consigo mismo de niño. antes de casarse o recordar 50 años de casado con otra persona, recordar q él es él.
con respecto al arte, a mí me pasa la opuesto… Picasso tenía una frase q me gusta mucho, aunq no la recuerdo textual, algo así como q el arte es para protegerte y tbn para atacar a tu enemigo. yo lo vivo así. o sea, el arte (ahí incluyo a todas las artes, no sólo a las visuales) ayuda a q pueda vivir en la fantasía, creo q me evita tener brotes psicóticos. yo vivo en otros mundos literalmente, pero ahí es saludable.
no sé si se trate del tiempo, me refiero a lo nuevo que considerás vos lo de leer en público, etc, o sea, lo relacionado a la literatura. yo me siento igual que a los 17 años, cuando empecé a publicar poemas en revistas. ahora q lo pienso, hago lo mismo q en la adolescencia, tanto lo de dibujar, escribir, hasta lo del tarot… antes de ayer pensaba q dentro de 20 años voy a estar haciendo lo mismo. claro q no sé qué exactamente. en mi caso yo no he entrado ni me he metido en circuitos más ¿serios?, capaz q sea eso lo q me mantiene con el entusiasmo a tope igual q siempre o más. sólo me he quedado en la parte de creación y no en la de hacer circular lo q hago, etc. De hecho, el editor de mi libro de historietas de gatos me invitó a ir a ArteBA a presentarlo en mayo, y la verdad es q no tengo ganas de ir… Me entusiasma más pensar en ir a Mar  del Plata p el festival de cine y ver si puedo hacer un corto de terror con mi celular (yo soy medio pobre, por eso es bs as o mar del plata, no los 2 y mar del plata me interesa x el mar y, ya q hay cine, mucho mejor, así hay más gente interesante dando vueltas por la ciudad!). ya q estoy te copio una frase de Sartre que justo leí anoche, está dentro de una conversación con Simone de beauvoir: “pero nunca he abordado políticamente el tema de la literatura, siempre la he considerado como una de las formas de la libertad.”
creo q la cosa pasa por ahí: yo con el arte en general me siento libre. y esto tiene q ver con el tema de las supersticiones, el por qué no me gustan los misterios con usos ocultos de poderío. hay una frase de schopenhauer q dice “hay quienes enturbian las aguas para q parezcan más profundas”. eso se re ve en los textos que analizan obras!!!!!!!! jajajaj. yo con mi heterónimo Charlotte von mess, q es crítica de arte, hago eso pero en burla: por un lado trato de hacer investigaciones y poner datos muy concretos y reales y cada tanto invento fuentes o artistas. hay un meme de un gato negro q tiene escrito “yo no doy mala suerte, que tu vida sea una mierda no es mi problema”. creo q ahí está la clave de las supersticiones en general: además de poner en evidencia un TOC, es el tema de sentirse separado y especial. corbera siempre insiste en la física cuántica y en q estamos todos interrelacionados, q si uno ve toda su vida desde ahí, entendés todo; lo de sentirse separado y distinto es como las células del cáncer: están separadas y son distintas al resto.
¿vos sabés manejar? las casas rodantes son muy grandes!!!!!!! yo sigo eligiendo vivir una cueva. jajaj

Leticia a Cuqui
Cuqui,
seguro era la misma escalera, capaz que si le pasaba por abajo salía en Córdoba.
Me gustaría hacer una distinción: por vicio, cuando digo Arte, estoy hablando de las artes visuales, el terreno donde mejor florecen el snobismo, la especulación financiera, la competencia despiadada. No quiere decir que no me divierta hacer, ni que no haya encontrado grandes amigos ahí, digo que es una atmósfera que cada vez me cuesta más respirar. En las demás formas del arte veo más libertad, pero quizás es eso de que siempre el pasto parece más verde en otro lado, no sé. Y en la literatura además se puede crear toda la vida siendo amateur, sin querer emular esa cosa llamada "profesionalismo", nadie sueña con vivir de eso y, si te pasa, ahí sí que estás separado de los demás, formás parte de un puñado minúsculo (pero esa es una problemática que no me interesa). Entonces bueno, está más claro desde el principio. En las artes visuales, la fantasía de ganar plata y ser únicos, genera una burbuja de trampas y abusos. Por eso cuando el tiempo pasa, cada tanto vuelvo a cotejarlo con la idea juvenil que teníamos del arte como un lugar de libertad, y siento una mezcla de ternura y sabor amargo. En fin, me da vergüenza quejarme tanto.
Si tenés que elegir entre MDQ y ArteBA, obvio que mejor lo primero, mar, cine, gente piola, no sé qué dudas. Si tuviéramos la casa rodante, yo manejo, agarramos la famosa ruta 2 y estacionamos en alguna playa, hay una de surfers, linda para ver, tomando mate, no hace falta practicar.
Ya que estamos de citas, te quiero copiar una que me gusta muchísimo, textual, de Walter Benjamin.Dice así:
"Presagios, presentimientos y señales atraviesan día y noche nuestro organismo como series de ondas. Interpretarlas o utilizarlas, esta es la cuestión. Ambas cosas son incompatibles. La cobardía y la pereza aconsejan lo primero, la lucidez y la libertad, lo segundo. Pues antes de que una profecía o advertencia semejante se convierta en algo mediatizable, palabra o imagen, ya se habrá extinguido lo mejor de su fuerza, esa fuerza con la que da de lleno en nuestro centro, obligándonos -apenas sabemos cómo- a actuar en función de ella. Si la desatendemos, entonces -y sólo entonces- se descifrará por sí misma. La leemos. Pero ya es demasiado tarde. De ahí que cuando un incendio estalla de improviso o de un cielo despejado llega la noticia de una muerte, surja, en el primer momento de terror mudo, un sentimiento de culpa unido al vago reproche: ¿acaso no lo sabías ya, en el fondo? La última vez que hablaste del muerto, ¿no tenía ya su nombre una sonoridad distinta en tus labios? Ese ayer noche cuyo lenguaje sólo ahora entiendes ¿no te hacía acaso señas desde las llamas? Y si se pierde un objeto al que querías ¿no había ya en tomo a él -horas, días antes- un halo fatídico de burla o de tristeza? Como los rayos ultravioleta, el recuerdo muestra a cada cual, en el libro de la vida, una escritura que, invisible, iba ya glosando el texto a modo de profecía." Madame Ariane, segundo patio a la izquierda. De Calle de mano única.

Hace muchos años tenía un blog que se llamaba La Nueva Melusina, y esa fue mi última entrada, un 14 de septiembre de 2012. La fecha no me dice nada, solo que parece ayer.

beso grande, y otro para Charlotte! 
Cuqui a Leticia
hola Leticia!

ah, pero eso no es arte, son negocios! y si en las artes visuales hay snobs, en la literatura hay pedantes. en nuestro cuerpo tenemos cuatro energías en cuatro zonas (es un modo de verlo): cabeza/ energía intelectual; pecho/ energía emocional; caderas/ energía sexual-creativa y en las piernas-pies, energía de la vida material, las necesidades. Los artistas, en el ideal del momento creativo, están con bastos/ cadera; los snobs están con las piernas: oros. los pedantes están con las piernas y el intelecto. Son cosas muy distintas.

Con respecto a la literatura, sí, estás viendo el pasto más verde en otro jardín. Esas cosas que mencionás están en todos lados, el asunto es si uno se queda ahí o se corre. yo prefiero correrme. Muchos escritores quieren ser editados en grandes editoriales, ser traducidos, ir a festivales… incluso, eso no sería un problema. el problema es si te dejás de conectar con la literatura, las artes visuales, la música, el tarot, etc desde la energía creativa. tal vez es mejor hacerse mala sangre un rato en Art Basel y vender obra que te ayude a vivir en lo económico y no estar con comentarios rastreros en fb sobre si invitaron o no a tal o cual al filba o al festival internacional  de poesía de córdoba. yo preferiría estar con snobs ricos, sinceramente. jajaja.

Ese pensamiento de “ganar plata y ser únicos” tambieén está en la literatura, incluso en los grupos de autores de pequeñas editoriales independientes. todavía está vigente la idea de “genio”. A mí me causó gracia cuando un grupo de escritores querían pedir que la literatura o el trabajo del escritor fuera visto como “trabajo”, igual al de un médico o un carpintero… ¡el carpintero no va a pasar a los libros de historia!!!!!!!!!!!!! mientras siga el concepto de genio, los escritores no podrán pensarse como obreros o trabajadores, ¡vamos, que están pensando en ocupar el lugar número uno!!!!!!!!!!!!!!!!!! hay que fomentar el concepto de “trabajador”: madonna no es una genia, ella simplemente es una persona q trabaja muchísimo. En cuanto a los artistas, escritores que mezclan arte y vida, bueno, es q son adictos al trabajo, etcétera.

A mí no me parece q te estés quejando, sólo estás diciendo cómo te sentís. Tal vez sí tengas que preguntarte qué hacés vos al lado de los snobs: ¿Es porque querés estar en la cresta de la ola? ojalá la gente reconociera eso. Todos quieren fama, reconocimiento pero no tienen el coraje de decirlo en voz alta, sólo muestran su sombra: la molestia ante los que están en la cresta de la ola. ¿a Mongocho le molesta que esté fulanito porque en verdad quiere estar él? yo quisiera escribir un “tratado sobre la fama”, ya q la vengo investigando informalmente desde los 19 años. Cuando yo estudiaba teatro en la facultad, en realidad les hacía el test de la fama (un invento mío, por supuesto) a mis compañeros: han pasado 20 años y te puedo decir q no fallé.

Gracias por tu apoyo para que elija mar del plata y el cine!!!!!!! ya que estoy seguiré tu consejo e iré a ver surfear! me encantan dos películas de surfistas: “alma de surfista”, sobre una surfista profesional a la que un tiburón le come un brazo y cómo supera esa vicisitud y sigue con el surf, y otra q se llama “persiguiendo mavericks”, sobre un surfista que monta olas altísimas y todo su entrenamiento. Ambas están basadas en hechos reales. Me encanta ver gente haciendo mucha gimnasia, entrenando, siendo fuertes a nivel emocional. En eso me encanta madonna, los videos de ella de las trastiendas de sus shows… me encanta ver cómo trabaja tanto! de Picasso tbn me gustaba eso… que sé yo, para hacer el Guernica viste que hizo un montón de bocetos y como 14 versiones en el tamaño final hasta llegar a la obra que conocemos.

Esa última entrada de tu blog con la cita de Benjamin, a mí sí me dice algo: resulta q el martes pasado me encontré un dni de un chico que nació en 1997, el 11 de septiembre. A los tres días de su cumpleaños nro 15, vos cerraste tu blog. Habría que averiguar más sobre el chico. lo q recuerdo es q se llama Nicolás.

hasta tu respuesta!

 

Cuqui


Leticia a Cuqui
Ahí está el meollo: el sentido común hace rato que nos indica que arte y negocios están tan cerca que son la misma cosa.

Creo que hace falta cierta fuerza espiritual para separarlos, y volver a creer en el arte. A veces la tengo, muchas veces se me va. Debería aprender de esa fe que tenía mi abuela, tan insobornable.

Lo curioso es que desde hace unos cuantos años tengo un problema muy raro en la cadera, una lesión simétrica y espontánea que me apareció y me complica bastante el movimiento: me cansa estar mucho parada, pero también me duele estar mucho sentada, o hacer caminatas muy largas y tuve que dejar de tomar clases de danza y de hacer cosas físicas que me gustaban. Ha sido un limitación muy fuerte en mi vida, difícil de incorporar. Nunca hubiera pensado que puede estar relacionado con lo creativo y ahora que me lo decís, creo que me aparece más fuerte cuánto más burocrática se vuelve mi vida. Quizás la cuestión sea cuidar la posibilidad de crear, contra todo y a pesar de todo, incluso a pesar de mi propio moralismo, que es el que me pone en conflicto con el arte.

Cuerpo, cuerpo, cuerpo.
Con respecto a las redes: me tienen cansada. Esta semana fue brava, fui siguiendo las denuncias a Fb, y wasap, y leí un artículo que decía que twitter es la red que más maltrata a las mujeres, porque no hay moderación que regule las agresiones. Ahí vale todo, es el salvajismo total, desde el teclado. Cerré mi cuenta, y fb no lo puedo cerrar porque tengo una página de uso comunitario que está andando y no es mía. Pero creo que abandonar las cosas que nos envenenan, como una ola que deja la playa, puede estar bueno. Irse, irse a un lugar más lindo, cada vez que se pueda.
Cómo es el apellido de Nicolás? el número de DNI?
Respuesta de Cuqui:

¿a qué te referís con "mi propio moralismo"?
En mi vida sí tengo bien separado el tema arte/ negocios. El arte me parece demasiado importante. Si no, para eso hubiera sido una chica de wall street!!!!!!!!!!! jajajaaj. 
Eso que decís de "cuerpo, cuerpo, cuerpo" es muy de la performance. Luego de un pequeño festival de performances que se hace en cba desde hace 5 años en Bataclana, varios nos quedamos charlando al final y llegamos a esa conclusión: notábamos que ahí no había competencia ni nada negativo, al contrario, era todo alegría (eso q muchas perfors eran muy duras en cuanto contenido), pero vimos que la clave estaba en el cuerpo, todos habíamos habitado nuestro cuerpo!!!!!!!!!!!!!!!! y eso da tranquilidad. También lo noté durante las acciones propuestas por Somos piel: todos desnudos en un jardín haciendo acciones. Listo, la alegría que había ahí era increíble.

Pienso q si uno fuera a Art Basel o a Arco como performer, la cosa sería distinta. O imagínate a Andy Goldsworthy haciendo obra en la naturaleza, recontra poniendo el cuerpo y apuntando a lo efímero, más allá de los registros fotográficos. Pienso en joseph beuys plantando 7000 robles... ¿Qué te importan los snobs ricos si vos tenés que habitar tu cuerpo?
Lo de alejarse de lo que nos hace mal emocionalmente es muy saludable. Se puede hacer eso o cambiar la creencia, que es lo q propone Corbera.
El apellido de Nicolás es Panario, o sea pan-ario! o canario! jajaja

No recuerdo su número de dni porque ya lo devolví, pero sí sé que terminaba en 32, que era mi número preferido de adolescente y hasta hace muy poco. En la quiniela el 32 es el dinero. 
Te copio tu e-mail y no firmo. 
SUICIDAS
A quien corresponda,

Allá en el pueblo había un hombre que estaba loco. Entre otros disparates, quería convencer a todos de que llevaba muchos años muerto. Se paseaba, a los tumbos y como un pordiosero, por las calles y por entre el rancherío. Recuerdo su barba sucia de tierra, sus pantalones con manchas de orines, el previsible aliento rancio. Con mis hermanos y algunos amigos nos reíamos de él. Cada tanto le tirábamos monedas, a veces la ropa que ya no usábamos, acaso una frazada. No recuerdo su nombre pero tampoco creo que sea importante el nombre de un loco. Los locos, se sabe, se mueven y viven como uno solo. Una sola gran locura que los gobierna y que amenaza siempre con expandirse. 

El asunto, lo que después supimos aunque nunca quisimos pronunciar, es que aquel hombre de verdad estaba muerto. Una mañana encontraron su frazada en un galpón, tendida sobre un montoncito de paja. Ya el olor se sintió sospechoso. No un olor necesariamente desagradable, explicaron, sino más bien un agobio del ambiente. Alguien se animó y movió esa frazada mugrosa. Lo que había debajo no era más que un manojo de huesos corroídos por el tiempo, huesos amarillos a los cuales se adhería un pellejo reseco. Como era de esperarse, la historia circuló con fervor por toda la región. Antes, al evocarla, sentía el escalofrío original, la piel erizada de los supersticiosos. 

Pero hace tiempo que ya no. Porque igual que el hombre aquel, llevo muchos años de muerto. Debo sonar igual de ridículo al decirlo, pero qué puede importarme eso ahora. No necesito nada, ni monedas ni ropa. Frazada ya tengo. 

También tengo un hijo. Le dicen Polo y, aunque él no pueda verlo, lleva muerto muchos más años que yo. Pienso en Polo y lo veo como en verdad lo vi siempre: como a un muerto. O por lo menos la idea que siempre tuve de los muertos. No sabría, por supuesto, ahondar en esa idea. No es algo que me interese, mucho menos ahora, que yo mismo soy parte de esa idea.

Ahí está Polo, veo cómo sodomiza una gallina y veo sus ojos, los de Polo, vacíos de placer, vacíos de sentimiento, vacíos como los ojos de un muerto. Lo veo también electrocutar a un muerto de hambre, aunque Polo está mucho más muerto. Aun así, el hombre muerto que siempre ha sido mi hijo, supo tener una hija. Pirí, le dicen a ella, y Pirí es mi nieta. Como Polo y como yo, Pirí está bien muerta. Ahora pienso en Pirí y, como a Polo, puedo verla, puedo ver cómo la electrocutan. Pero Pirí no es como Polo. Soy Pirí, se presenta mi nieta: nieta del poeta, hija del torturador. Apenas me consuela que me toque lo primero. 

El tiempo, desde la muerte, se vive de otra manera. 

Ya no puedo escribir. 

Quítenme de encima esta frazada y liberen al fin estos huesos. 

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