Archivo
Lecturas para empezar
2044
Por Lucía Mazzinghi
¿Cómo será la cadencia íntima de las palabras propias en treinta años? ¿Qué se resquebraja, qué es lo que queda entero? Seis escritores se animaron a proyectarse al futuro y a imaginar una página escrita en tres décadas, con los virajes –o no– de sus lenguajes, imágenes y espacios.
Brumas…velos…triste morir…bajo esta luz blanca fría
imparcial…cuesta respirar,
cuesta…cuesta…brumas…arde la frente húmeda, las manos
quietas a los costados del cuerpo. Largas y
flacas y frías y secas. Mover un dedo. Dos. Parar. Mover. Parar. Éste
es mi cuerpo ésta mi sangre…
suave declive de la razón cansada…suave suave suave declive
de…el otro lado del otro lado del otro
lado del espejo…qué hay… chispazos, luces puntos rayas doradas
blancas verdes azules…el pitido de
una máquina, fragmentos de conversación salpicados de risas, el
canto de un chorlito, martillo sobre
madera, un grito, una puerta se abre una puerta se cierra, no, no ella
otra vez…por favor
basta…pinchazo, olor a alcohol, la carne olorosa de la vejez,
amoratada…la espesura de una voz que
llama un sobresalto azul verde rojo notas notas no tas tan sola los
renglones borrosos de una libreta de
dos libretas de mil libretas acumuladas, el polvo del tiempo sobre
ellas, sobre mi corazón cansado,
salvaje, corazón del tiempo llama, late, se expande, se retrae,
gotea…sola no queda otra…sola…un
espasmo de conciencia…quisiera rascarme la nariz quisiera reír a
carcajadas escupir masticar quisiera
gritar volar cantar llorar como una criatura llamando a mamá muerta
hace más de medio
siglo…ay…ma mami mamá mamita…por favor…los extremos se
tocan: nacer morir y una madre
siempre metida en el asunto…siempre siempre metida… vacío
mudo…todos somos frágiles figuritas
rodeadas de vacío… un suspiro lo irregular lo anti-simétrico los
amontonamientos disparatados
imágenes superpuestas lo enrevesado lo voluptuoso…¿amaste? ¿te
amaron? ¿odiaste lo suficiente?
¿pusiste o no pusiste la sangre en el desear? qué qué un hilo de voz
llama, una circunferencia perfecta
se expande se retrae se expande floto viajo vuelo luces destellos más
colores…de ésta no
salgo…miedo…duermo qué cansancio atroz la eternidad el pasado
el presente el futuro unidos en un
mismo tiempo confuso y extraño la ilusión del tiempo inmóvil pero
también el tiempo disgregado que
fluye el presente fatal creando caminos que se pierden en la niebla
orillas que son labios siempre
abiertos vértigo rápidos vislumbres mentiras por eso verdad,
secuencias articuladas, el tablero
trastocado de las noches y los días más colores un estampido
goteos…cuánto amor cuánto odio cuántos
arrepentimientos risas locuras placeres cuánto trabajo cuánto
juego… resisto aunque este sueño llama,
no cesa…hace frío…esta bata ridícula, un tipo de luz, las sábanas
ásperas crujen los huesos, duele el
pecho ¿cómo era esa canción? Dueeerme dueeeerme negritooo que
tu madre está en el campo
negrito…mejor rodar lenta y silenciosamente…ay…soy un cuerpo
soy no soy ¿cuánto tarda un cuerpo
en descomponerse?...mejor ni pensarlo el reflejo de las bolsitas del
suero, fulgores empañados, linda
palabra fulgor…una mano tibia y fuerte aprieta la mía, descanso en
el hueco de su mano masculina,
decidida, vieja, la piel de zapa de nuestras manos juntas…el miedo
se va…pero vuelve…el miedo el
miedo, el puto miedo…suena una chicharra, me agito…me
acaricia…mis dedos son palos secos...una
colonia de gusanos y alimañas relamiéndose, esperando con
paciencia infinita, con la tranquilidad que
da saber que siempre ganan la partida…¡vanidad todo es vanidad!
Escalofrío, miedo sí…algo que
irradia un hueco mejor un espacio mejor un vacío no es todo lo
mismo las sutilezas el vértigo el
erotismo lo irrisorio lo decepcionante lo fluido el montaje y las
huellas el olvido y los restos ay el
regodeo la parodia la diferencia la carne lo fallido la risa el circo el
río el ritmo el ritmo el
ritmo…qué…quién…ojos rojos expectantes implorantes, era gorda,
rosada, frágil, primitiva, todavía
estaba sucia con esa especie de costra blanca gelatinosa cuando me
la acercaron, le di muchos besos, le
hablé bajito, bienvenida te esperaba hace tanto abrió los ojos y me
miró, nos miramos durante unos
minutos, fijo, directo a los ojos, nunca sentí un amor tan puro y tan
profundo, nunca una conmoción tan
grande, nunca nadie me había mirado así, replegarme, mirar para
adentro, pesan los párpados,
abandonar aspiraciones y deseos, cada tanto aparecen coletazos.
Qué sigue. A dónde. Cómo.
Respiro…aún…entra y sale el aire con dificultad, es más ruido que
aire, estar en el silencio, es un
estado, una decisión, más allá de los ruidos, ¿dónde irán a parar las
millones de palabras pronunciadas,
las millones de preguntas? Escritas calladas pensadas leídas. Mis
papeles, mis zapatos, los anteojos
para ver de cerca y de lejos, la insospechada ferocidad de las cosas
que quedan…detenidas…vaciadas
de sentido…los jazmines marchitándose irremediablemente, el vaso
con agua en la mesa de luz…el
pastillero…tazas sin lavar, dos bifes de cuadril en la heladera, la
belleza del color de la carne, cambia y
se transforma, rojo furioso, anaranjado, amarillo, violeta, verde,
negro, su textura, sus contrastes, carne
derramada, deformada, incandescente, tornasolada, grita muda la
secuencia imparable de la vida y la
muerte… le vida en la muerte y al revés también, ciclo infinito…esa
es la verdadera eternidad, estos
colgajos de piel caerán para convertirse en tierra fértil que hará
crecer plantas de lechuga y zanahorias
que alimentarán a miles de bocas hambrientas que crecerán fuertes y
sanas, que se reproducirán y
morirán para volver a empezar el ciclo…incansables…la naturaleza
es una máquina perfecta,
perturbadoramente perversa...luces rojas titilan… duermo… me…
hundo… el miedo se va…aspiro un
perfume dulce, viene de uno de los tubos que me mantienen
conectada a una sofisticada máquina llena
de botones…ay…sombras…frágiles sombras bailotean a mi
alrededor…
cansancio…flores…luces…silencio…me deslizo…caigo caigo
caigo…sin remedio…en la
fría...oscura…muda…y solitaria…nada…