Filbita Villegas 2017

El pueblo de la infancia
Las calles, la plaza, la biblioteca, los encuentros, el paisaje.
Las meriendas, los juegos, los cuentos, los amigos.

Como sucede en la vida de un pueblo, los personajes, las historias, las voces y miradas que encontramos en la literatura enriquecen nuestra identidad desde los primeros años de vida.

Acercar lecturas a los niños, crear lazos a través de las palabras y del tiempo compartido nos involucra como adultos y nos devuelve una parte de la que fue nuestra propia infancia.
Por eso, el festival convocó a todos, grandes y chicos, a participar de ese espacio imaginario que crea la literatura, a jugar en esa plaza pública que es la cultura en común.

Gracias a los brazos abiertos de General Villegas y su gente, Filbita salió por primera vez de la ciudad de Buenos Aires e invitó a disfrutar de tres días de encuentros con la literatura. Fue una invitación a recorrer, compartir y habitar entre todos el pueblo de la infancia. Este encuentro, organizado junto a la Dirección de Bibliotecas de la Municipalidad de General Villegas, se sumó al Filbita Internacional.
En esta ocasión invitamos al público —de General Villegas y alrededores y, por qué no, de todo el país— a disfrutar de tres días de encuentros con la literatura. Hubo actividades para docentes, bibliotecarios y adultos interesados en la literatura infantil; charlas, lecturas y diálogos abiertos y un nutrido programa para los chicos de todas las edades y familias y también talleres, encuentros con autores e ilustradores y espectáculos musicales.

En  tres días, más de una docena de invitados fueron abrazados por la comunidad villeguense en la que imprimieron una huella que durará un buen tiempo. En palabras de Gladys, una de las empleadas de la Biblioteca de General Villegas, una movida que alcanzó a toda la población. Los mismos autores que visitaban las escuelas y conversaban con los chicos, los cruzaban al otro día en la panadería o comprando una gaseosa y los abrazaban con la confianza de quienes comparten nada menos que la fantasía y la lectura.