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Todo lo que tenés que saber de Materiales para una pesadilla y de su autor, Juan Mattio
Seguimos conociendo a las novelas finalistas y sus autorxs del Premio Fundación Medifé Filba. Acá compartimos todo lo que tenés que saber de Materiales para una pesadilla (Beatriz Viterbo) y de su autor, Juan Mattio.
Juan Mattio. Es periodista y escritor. Entre sus novelas se encuentran Punto ciego, (Vestales, 2015), escrita en colaboración con Kike Ferrari, Tres veces luz (Aquilina, 2016) por la obtuvo una mención en el premio Casa de las Américas (Cuba) y Materiales para una pesadilla (2021, Editorial Aquilina) Actualmente coordina talleres de lectura y escritura.
¿De qué se trata Materiales para una pesadilla?
En el principio de todo hay un hombre que busca. Un hombre que, lúcido y quebrado, investiga y escribe para escapar de la cárcel helada del presente. Su búsqueda, fragmentaria, desordenada, y por eso mismo profundamente orgánica, no solo es suya sino también de la mujer que amó. Entre papeles, libros, recortes y archivos, entre grabaciones anónimas de voces que actualizan un tiempo de opresión y esperanza desesperada, Keiner, el narrador de esta extraordinaria novela, intenta reconstruir una historia de máquinas y maquinaciones que es tan espantosamente íntima como dolorosamente social. Pero lo que busca no solo habita en el pasado. El futuro también resuena en cada página como el aleteo de pájaros invisibles en una ciudad deshabitada y en ruinas. Hermes y el Treffen. Die Toteninsel. Máquinas para perseguir, para matar y para seguir persiguiendo más allá de la muerte. Eso es lo que busca Keiner siguiendo los rastros de sus evasivos creadores, los fantasmas de Miguel Jemand y Haruka, unidos a través de los años en la obsesión y en la soledad. Entre la furiosa melancolía de la novela negra, con amantes arrinconados por la madrugada, los secretos y la muerte, y el vértigo de un cyberpunk existencial que corporiza el horror, la naturaleza trágica de este libro nos envuelve con toda su hipnótica potencia.
Cuestionario Premio Fundación Medifé Filba a Juan Mattio
¿Qué significa formar parte de las diez novelas finalistas del Premio Fundación Medifé Filba?
Fue una alegría enterarme de que mi libro estaba entre las finalistas de este año. Sobre todo porque en 2021 se publicaron muchos libros hermosos. Entiendo que toda selección es un recorte un poco arbitrario pero, aún así, que haya lectores que consideren esta novela para el premio me puso muy contento.
¿Cuál fue el disparador que te llevó a escribir esta novela?
La escritura de este libro fue un proceso de cinco años que supuso tres versiones diferentes. Sin embargo, el disparador siempre fue el mismo y puede resumirse en esta pregunta: ¿de qué modo la experiencia de un evento histórico (en este caso, la última dictadura) permanece en el lenguaje a través del tiempo? Me interesaba pensar en los modos imperceptibles en que las palabras quedan marcadas por los procesos sociales. Algo que habla en el lenguaje cuando creemos estar hablando nosotros. Entonces imaginé una máquina que persiguiera la disidencia política en el lenguaje y, a partir de ella, traté de concebir un personaje -un escritor para ser más preciso- que colabora con el diseño de esa máquina a partir de su relación y su saber sobre la lengua.
¿Qué tiene la novela que el resto de los géneros no tengan?
Creo que la novela es una forma literaria que está siempre en disputa, donde el escritor organiza los distintos elementos que intenta poner a jugar. Una especie de agujero negro que absorbe todo lo que está alrededor: modos discursivos, información, estructuras de sentimiento, fragmentos del ensueño colectivo, etc. Una gran máquina de montaje donde intentamos dar cuenta de ese pequeño caos que llamamos experiencia.
¿Qué libros están hoy en tu mesita de luz?
Hoy tengo Detalle infinito de Tim Maughan, El significado del fuego de Kike Ferrari y Cultura de la red de Tiziana Terranova.
¿Qué libro te falta escribir?
No creo que me falte escribir nada. De hecho, no estoy escribiendo ficción en este momento y podría no volver a escribir. Lo que sí extraño es la sensación de estar dentro de la escritura. Esa forma un poco alucinada de habitar el mundo.
¿Cual es tu personaje literario favorito?
Hay muchos pero esta noche me quedo con Benjy Compson. Tal vez la criatura más indefensa y más feroz que haya leído.
¿Cuáles son los rituales mientras escribís?
No tengo rituales a la hora de escribir pero soy muy inquieto. Camino por la casa, a veces por el barrio, si la escritura está trabada. Tengo siempre cerca tabaco y mate o café. Puedo escribir a cualquier hora aunque prefiero la mañana y no tener horario de corte. Puedo escribir en días salteados, también, aunque es mucho mejor cuando logro escribir tres o cuatro días seguidos. No escucho música pero sí tengo cerca algunos libros que me ayuden a pensar esa escritura. Pueden estar ahí por el tono, por el imaginario o por la información.
¿Tu palabra favorita?
“No”. Me gusta su oposición, es lo que nos permite rechazar lo que nos ofrece el mundo.
María Teresa Arida editora de Aquilina, nos cuenta por qué leer Materiales para una pesadilla
¿Qué te llevó a editar Materiales para una pesadilla después de la primera lectura?
Con Juan Mattio ya habíamos trabajado editando su primera novela, Tres veces luz. Por lo que, conociendo la fuerza de su escritura y la lucidez de su imaginación, podríamos decir que estábamos decididos a editar Materiales para una pesadilla antes de leerla. Al leerla, solo confirmamos ese pálpito: la literatura de Juan tiene la capacidad de trazar puentes entre el pasado y el futuro desarmando el presente con una poética feroz.
¿Qué piensas de un reconocimiento como el Premio Fundación Medifé Filba?
La ventaja de un reconocimiento como este es la visibilidad que despliega: pone al libro en la mira de lectores que, por distintas razones, sea de circulación o porque la novela se inscribe en un universo literario específico que es el género negro y el cyberpunk, tal vez no se hubiesen acercado a él.