¿Qué te dejó el Filba? Por Ana Ojeda.
A quiénes formamos parte del equipo de Filba, cada festival nos cambia. Durante esos días, conocemos a la/os autora/os con los que nos estuvimos escribiendo y por fin se pone en marcha lo que se estuvo pensando, programando y coordinando durante muchos meses. Ahora bien, ¿cómo viven los festivales lxs autorxs invitadxs?
Ana Ojeda pasó por el Filba La Cumbre y el 11º Filba internacional Buenos Aires y nos cuenta acá como los vivió:
Filba será para mí siempre verde sierra peluda y la excusa que habilita un vivir en estado de literatura entre actividades a veces serias, otras del tipo un poco ridiculonas porque –como sabemos– la literatura da para todo (como la vida). Filba pone en movimiento legión de escritores, seres de común haraganes poco dados a salir de sus cuevas o refugios. Pues Filba los obliga: comparecen y regalan por un breve instante la magia que cultivan en su intimidad durante las noches heladas de invierno. Filba es también la oportunidad de alternar con aquelles poco cruzades durante el año porque taller artesanal en City Bell o hermosa librería en La Cumbre, todo lejos, muy lejos de Boedo. Filba te da tiempo en efectivo para dedicar a charlas de café con escritores o lectores, todes seres nuevos apasionantes que ingresan así a tu vida donde se quedan, sin más. Filba es de tremenda organización y funcionamiento reloj suizo gracias a las inmensas capacidades lingüístico-logísticas de Vicky, Sofi, Amalia, Gaby y, en general, el grupo de “las chicas” y voluntaries, todes con manejo nivel Dior de Excel y smartphone. Filba en fin es invitación que se espera con ansias y alegra al aterrizar en bandeja de entrada, el efecto es el mismo que opera Sol cuando aparece sobre el horizonte de tanques de agua que se avistan desde el balcón. Filba es festejo carnaval, es las ganas de estar ahí para vivirlo y verlo, para ser parte y atesorarlo luego, una vez ido, en la memoria.
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Ana Ojeda
Nació en Buenos Aires en 1979. Se recibió de Licenciada en Letras con diploma de honor por la Universidad de Buenos Aires. Es escritora y editora. Publicó las novelas Modos de asedio (2007), Falso contacto (2012), No es lo que pensás (2015), Mosca blanca mosca muerta (2017) y Vikinga Bonsái (2019), los relatos de La invención de lo cotidiano (2013) y Necias y nercias (2017) y el volumen de microrrelatos (o poemitas en prosa) Motivos particulares (2013). Por su obra literaria obtuvo el segundo premio Casa del Escritor 2005, fue finalista con mención de honor en el III Premio Nacional “Laura Palmer no ha muerto” 2012 y primera finalista del Premio Indio Rico 2014, otorgado por la fundación Estación Pringles. En los Premios Nacionales 2018, obtuvo menciones en la categorías “Cuento y relato” y “Novela”. Por su labor editorial, en 2018 fue seleccionada para participar en el Frankfurt Fellowship Programme, dependiente de la Frankfurter Buchmesse, junto a quince editores de todo el mundo, y distinguida como “Fred Kobrak Fellow”.
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Ana Ojeda
Nació en Buenos Aires en 1979. Se recibió de Licenciada en Letras con diploma de honor por la Universidad de Buenos Aires. Es escritora y editora. Publicó las novelas Modos de asedio (2007), Falso contacto (2012), No es lo que pensás (2015), Mosca blanca mosca muerta (2017) y Vikinga Bonsái (2019), los relatos de La invención de lo cotidiano (2013) y Necias y nercias (2017) y el volumen de microrrelatos (o poemitas en prosa) Motivos particulares (2013). Por su obra literaria obtuvo el segundo premio Casa del Escritor 2005, fue finalista con mención de honor en el III Premio Nacional “Laura Palmer no ha muerto” 2012 y primera finalista del Premio Indio Rico 2014, otorgado por la fundación Estación Pringles. En los Premios Nacionales 2018, obtuvo menciones en la categorías “Cuento y relato” y “Novela”. Por su labor editorial, en 2018 fue seleccionada para participar en el Frankfurt Fellowship Programme, dependiente de la Frankfurter Buchmesse, junto a quince editores de todo el mundo, y distinguida como “Fred Kobrak Fellow”.