Fundación FILBA

  1. EN
  2. ES /

#PremioFMF2024

Las niñas del Naranjel - Gabriela Cabezón Cámara

​Seguimos presentando a las novelas y autorxs que forman parte de los 10 títulos de la Lista Larga del Premio Fundación Medifé Filba 2024. Hoy es el turno de Las niñas del naranjel de Gabriela Cabezón Cámara publicada por Penguin Random House.


¿Quién es Gabriela Cabezón Cámara? 
Gabriela Cabezón Cámara nació en Buenos Aires en 1968. Estudió Letras en la Universidad de Buenos Aires (UBA). En 2013 fue becada como Resident Writer en la Universidad de Berkeley, California y, en mayo de este año, recibió la beca de la Literarisches Colloquium Berlin también como escritora residente. Es escritora argentina y periodista cultural. Sus artículos fueron publicados en distintos medios como Página12, Le monde diplomatique, Anfibia, Revista Ñ y revista Crisis. Trabajó como editora de Cultura del diario Clarín y actualmente se desempeña como docente en la carrera de Artes de la Escritura de la Universidad Nacional de las Artes e imparte talleres en diversas instituciones. Publicó, entre otros libros, La virgen cabeza, Le viste la cara a Dios y Romance de la Negra Rubia. Su novela, China Iron fue elegida entre los libros del año en la edición en español del New York Times y de El País de España. Las niñas del naranjel es su última novela publicada, ganadora del premio *Premio Ciutat de Barcelona 2023* 

¿De qué se trata Las niñas del naranjel
Antonio le escribe una larga carta a su tía contándole su vida mientras escapa de la horca por la selva junto a dos niñas guaraníes. Pero, ¿quién es Antonio? Cabezón Cámara en Las niñas del naranjel retoma la historia de Catalina de Erauso o más conocida como la Monja Alférez quien durante el siglo XVII huyó del convento en el que era novicia y se sumó travestida como varón a la conquista de América. 
Novela coral y de aventuras, su prosa es barroca y lírica, en la que conviven rezos en latín, canciones en vasco y las palabras del guaraní, dando forma a un lenguaje propio. 
“El rumor de la selva no se interrumpe. Es un solo pero hecho de miles de voces. Cada una siguiendo su canto singular. Entiende que la selva es, también, esto que está escuchando. ¿Qué? ¿Una conversación enorme? No sólo el montón de árboles y animales sino algo inmaterial entre ellos. Una relación. O muchas”, dirá en alguna parte de la novela. 

Le hicimos unas preguntas a Gabriela y esto fue lo que nos contestó:

1. ¿Qué significa formar parte de las diez novelas finalistas del Premio Fundación Medifé Filba?
Alegría: el premio tiene alto jurado y el reconocimiento de los colegas es siempre una gran alegría.

2.- ¿Cuál fue el disparador que te llevó a escribir esta novela? 
El amor a la selva, la exploración de la ternura como posibilidad transformadora, el horror del capitaloceno que está reduciendo nuestros territorios a desiertos. Y, siempre y sobre todo, la vitalidad que me genera escribir, que me atraviese ese río de la lengua, esa música hecha de tantas.

3.- ¿Qué permite la novela como género que sea distinto a los otros? 
Permite todo, puede incluir a todos los demás: la novela es abierta, elástica, respira de un modo casi orgánico pese a ser el más Frankenstein de todos los géneros.

4. ¿Qué libros tienes en tu mesita de luz?
Por Dentro, de Power Paola. Justo antes del final, de Emiliano Monge. Visceral, de Fernanda Ampuero.

5. ¿Cuál es tu palabra favorita?
Uh, no sé, no tengo una. Se me arman como constelaciones.

6. ¿Por qué seguir escribiendo?
No sé si hay algo que me haga sentir más viva. Creo que no. En todo caso, nada que me vertebre del modo en que me vertebra la escritura.

Le preguntamos a Ana Laura Pérez editora de Las niñas del naranjel, por qué la editorial Penguin Random House publicó la novela y esto fue lo que nos dijo:

1.- ¿Qué fue lo que encontraste en la lectura de Las niñas del naranjel que te llevó a publicarla?
De este proyecto veníamos hablando hace años, cuando ella vio en la casa de una persona querida una singular acuarela de Fermín Eguía que retrataba a la Monja Alférez venciendo a sus acosadores con una enorme espada. Con el tiempo —y homenajeando su vanguardismo queer—  ese personaje un poco tarambana se fue transformando en otro, consciente de las consecuencias de su crueldad, que es la crueldad de la Conquista. Sin subrayar ni imponerse, Gabriela supo animar a Antonio y enfrentarlo a la destrucción provocada por la codicia imperial y por la suya propia: no lo exculpó, pero le dio la chance de la inteligencia que despierta al contacto íntimo con la naturaleza, bellamente descrita. Al permitírsele ejercer alguna forma de bien, el protagonista desfoga humor, sensualidad y ternura. Desde las primeras oraciones que llegaban por WhatsApp era una tremenda ilusión publicar este libro, como todo lo que ella imagina y escribe.
 
2.- ¿Cuál es la ventaja de que una novela de la editorial esté dentro de las 10 finalistas del Premio Fundación Medifé Filba?
En una literatura riquísima  —diversa, profusa— como la argentina, un premio permite señalar algunos libros entre esa vasta producción; destacarlos nos da la excusa para extender y profundizar ciertas conversaciones. Detenernos también para leer o releer aquello que podría habérsenos pasado en el vértigo de los días.

Galería Fotográfica