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#FilbaRecomienda | Luji Picabea - Filbita y Filba Escuelas

Hay libros que se atan entre ellos como una fila de elefantes. Suelo leer dos o tres libros a un tiempo; uno viaja en el morral, otro espera en la mesa de noche y hay uno o dos a medio leerse o releerse en el reader. No importa qué tan aleatoria sea la selección de libros, siempre terminan cruzándose. Por estos días que ando entre las hojas de Julius Blom, de Bo Carpelan, me encuentro, como el pequeño Julius -narrador y protagonista- garabateando preguntas en mi libreta de notas.
Julius es un finlandés de once once años que vive solo con su mamá en un pequeño departamento en una ciudad fría y atestada de bloques de departamentos, tiene pocos amigos y muchos libros, a veces sueña que vuela sobre su calle y percibe con facilidad los estados de ánimo de su madre y a veces todo le parece extraño, incluso su cuerpos, su vida, sus gustos y disgustos.
Esa suerte de extrañamientos, distancia, o crudeza en la mirada aparecen a menudo en las poesía de La habitación sin barrer, de Sharon Olds. Ella sí que sabe quitarse todas las capas de piel que visten a un ser humano para disfrazarlo de ser social. Y si salto de uno a otro de la mañana a la noche, vuelvo, también a El cuaderno dorado, de Doris Lessing, porque sigue acribillándome con interrogantes sobre ideología, cultura y feminismo.
Las veces en que compartí mi entusiasmo por un libro con Leopoldo Brizuela, él siempre me preguntó lo mismo: ¿Te dio ganas de escribir? Tal vez eso tienen en común Julius Blom, El cuaderno dorado y La habitación sin barrer, los tres arden en el estómago, pican en las plantas de los pies y piden ser pensados por escrito.

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María Luján Picabea es programadora de Filbita desde 2017. Nunca lee lo que hay que leer,
pero casi todo lo que encuentra por ahí. Por ahí son los anaqueles de literatura infantil. Nunca
hizo terapia.
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