#PremioFMF2024
El amor es un monstruo de Dios
Cada semana presentaremos las novelas y autorxs que forman parte de los 10 títulos de la Lista Larga del Premio Fundación Medifé Filba 2024. Hoy es el turno de El amor es un monstruo de Dios de Luciana De Luca publicada por Tusquets.
¿Quién es Luciana De Luca?
Nació en Buenos Aires en 1978. Creció en Santa Fe. Estudió Ciencias de la Comunicación y se dedicó durante años al periodismo. Es autora de Las fiestas no son para niños (2013) y ha participado en diferentes antologías: Cuentos Cuervos (Planeta), Cuentos raros (Lea), Cuentos de argentinos en Brasil (Casanova), entre otros.
Ha publicado diversos títulos infantiles como Soy un jardín (ganador del premio como el Mejor Libro Crossover de 2018, Ratón de biblioteca, Cuento mi cuerpo, Tengo un librito y Ansiosa.
En mayo de 2021 Tusquets Argentina publicó su primera novela, Otras cosas por las que llorar, que actualmente está por tener su tercera edición. En octubre de 2023 Tusquets Argentina publicó su segunda novela, El amor es un monstruo de Dios.
¿De qué se trata El amor es un monstruo de Dios?
El amor es un monstruo de Dios, de Luciana De Luca cuenta un final, el ocaso de un linaje, de un pueblo que regurgita a sus muertos. Viene a inscribirse en una genealogía de relato áspero, campero, con una voz sin adjetivos y que machaca ciertas oraciones como en un rezo. La novela se teje con un lenguaje que por despojado se vuelve poético, con imágenes que escuecen y afirmaciones tajantes.
Hay aroma a realismo mágico en la narrativa, aunque no termina de hacer pie en ese imaginario, tal vez solo como un coqueteo con el que se construye un decir de tierra adentro: el chorrillo del río, los aromas de la pampa, el hedor de la culpa, la negación del goce y, por supuesto, lo mitología religiosa.
Hay cosas que la novela no dice, que se guarda, y ese es uno de sus enormes aciertos.
“A mi me creció el cuerpo y al galope, atolondrada, un hambre inmensa. Un hambre que yo alimentaba a ciegas, dándole lo que podía, lo que tenía, para calmarla, pero igual crecía y me mostraba sus dientes afilados. Tenía dentro una cascada desaforada, que venía de no sé donde y se me juntaba en las piernas”, dice en alguna parte de la novela.
Le hicimos algunas preguntas a Luciana y esto fue lo que nos contestó:
1. ¿Qué significa formar parte de las diez novelas finalistas del Premio Fundación Medifé?
Es una sorpresa, sin dudas. Un orgullo: en Argentina -así como en el resto de América Latina- se está escribiendo mucho, hay muy buenas autoras y autores. Que la novela haya sido seleccionada es una alegría muy grande.
2. ¿Cuál fue el disparador que te llevó a escribir esta novela?
Hace muchos años que estoy escribiendo alrededor de un universo, una suerte de lugar habitado por distintos personajes, con un clima -diría- sombrío. De ese lugar, ese pueblo-campo inventado, me interesan cómo germinan las relaciones, las redes que se van tejiendo entre las personas, los claroscuros de las relaciones íntimas, familiares, amorosas. Me interesa escribir sobre cómo nacen, cómo crecen, cómo se enamoran y cómo viven o mueren esos personajes. Y cómo todo eso se entrelaza con la naturaleza y sus hostilidades.
En el caso de El amor es un monstruo de Dios hubo dos disparadores: el asedio de una mosca, irritante y díscola, y la relación fugaz, intensamente física, entre una mujer y un albañil. De esas dos ideas -desconectadas entre sí, escritas en distintos momentos- fui tirando para escribir la novela.
3.- ¿Qué permite la novela como género que sea distinto a los otros?
Como lectora siempre disfruté mucho de las novelas, del tiempo que puedo pasar en cada historia, de la profundidad de los personajes. Como autora, nunca tuve el proyecto de ser novelista. El amor es un monstruo de Dios, sin embargo, es la segunda que escribo y me encontré disfrutando casi de lo mismo que gozo como lectora. Me interesa la posibilidad de dedicar mucho tiempo a una historia, encontrar una profundidad que desconozco inicialmente en los personajes, en la trama. Hay algo de quedarse hasta agotar las posibilidades que me resulta muy atractivo. Hay algo de juego, de batalla y de entrenamiento en escribir una novela.
4. ¿Qué libros tienes en tu mesita de luz?
Muchísimos. Es una pila que casi siempre está a punto de derrumbarse. Voy dejando en la mesa de luz los que tengo más apuro por leer. En este momento me esperan Maniac, de Labatut; Poemas completos de Perlonger; Bocetos de natación de Schapton; Léxico de afinidades de Ida VItale; La mamacoca de Libertad Demitrópulos; la Poesía completa de Anne Sexton -huesped permanente-; Ursule Miroüet, de Balzac; La terraza, de Beatriz Guido y Cuaderno de notas de Chejov.
5. ¿Cuál es tu palabra favorita?
Tengo muchas. Por estos días: encabritado.
6. ¿Por qué seguir escribiendo?
No sabría qué otra cosa hacer. No sé si hay algo que me guste más.
Le preguntamos a Paola Lucantis, editor de El amor es un monstruo de Dios, por qué Tusquets publicó la novela y esto fue lo que nos dijo:
Ya en Otras cosas por las que llorar había encontrado en la literatura de Luciana De Luca un trabajo minucioso y exquisito en la voz narrativa, en el estilo, en la construcción de climas y de personajes. El amor es un monstruo de Dios me resultó una novela diferente, oscura y luminosa, al mismo tiempo. Potente y poética. Esa protagonista encerrada en la historia de su vida, el entorno natural, a veces ominoso e inexplicable, la liberación.
El tono, la musicalidad, y el evidente trabajo con la lengua y sus matices para expresar fueron algunas de las características de esta obra que me llamó la atención. Celebro que la novela esté entre las finalistas de esta edición.
Le preguntamos a Mariano Valerio, actual editor de Tusquets cuál es la ventaja de que una novela de la editorial esté dentro de las 10 finalistas del Premio Fundación Medifé Filba
Coincidimos con Paola en que estar entre los finalistas ya significa un gran reconocimiento porque el premio filba medifé es uno de los más importantes a nivel nacional, tanto por los miembros del jurado que hacen la selección, como por el conjunto de obras que acompañan a los finalistas. Es un gran reconocimiento y prestigia nuestros catálogos y nuestro trabajo por la edición de autores argentinos.