Fundación FILBA

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Filba Internacional -Buenos Aires 2016

Biografía

Soledad Vallejos

Creo que sólo la literatura nos hará libres, pero hago periodismo. Me da mucho pudor cuando alguien me define como escritora; también me enorgullece un poco pero no puedo reconocerlo. Caí en el periodismo un poco por casualidad y otro poco porque necesitaba trabajar; sin querer me envicié y me fui quedando. Creo en los datos, en las investigaciones, en los recuerdos de las personas que un periodista puede reclamar y arrancar sin pudor, porque siempre hay alguna excusa para preguntar lo que, tal vez, de otro modo podría perderse. También creo que eso me acerca a la literatura. No importa si es verdad. Estoy tan incómoda escribiendo en primera persona que al correr de las teclas creo, también, que entiendo por qué el periodismo me retiene más que la literatura, aun cuando escriba: es tanto más fácil hablar de los demás. Por eso, y porque para no aburrirme del día a día necesito obsesionarme con un más allá que me entretenga (todo, todo lo que hago es para no aburrirme), en el último tiempo hice algunos libros: Olivos. Historia secreta de la residencia presidencial (Aguilar) este año; Vida de ricos. Costumbres y manías de argentinos con dinero (Aguilar) hace tres años; Trimarco. La mujer que lucha por todas las mujeres (Aguiar) y Amalita. La biografía (Sudamericana) —en coautoría con Marina Abiuso— hace cuatro. En todos hablo de alguien más pero también de nosotros, y en cierto modo, de mí. Además de un trabajo del cual vivir, el periodismo para mí también es una excusa para traficar con la literatura y las preguntas autobiográficas. ¿Es solemne creer que no hay un afuera más allá de lo que podamos escribir?