Pasaron 40 años en los que se ampliaron los derechos, se consolidó la participación ciudadana en la vida pública, se salió a la calle y también se vivió una burbuja económica que se reventó de la peor de las formas. Sobrevivimos y hasta hoy seguimos ejerciendo nuestro derecho a participar, en igualdad de condiciones, en la vida política del país. En este cruce epistolar, dos pensadores contemporáneos se escriben durante las semanas previas al festival y comparten sus reflexiones sobre estas cuatro décadas en las que se ha respetado, invariablemente, la voluntad del pueblo.