Trabaja en Filba desde 2017. Mucho de lo poco que sabe lo aprendió en la redacción de un diario, en las mesas de los cafés, las cocinas de lxs amigxs, los pasillos de las escuelas. Muchas veces cambió de ciudad, de barrio y de casa; siempre se sintió segura y a gusto entre libros. Escribe a veces, lee siempre y disfruta de leer con otrxs y para otrxs, sobre todo si esxs otrxs son niñxs. Cree que la palabra poética alimenta y ayuda a crecer, a pensar y descubrir quienes queremos ser, por eso hace parte de Filba.